Hemos convertido las calles de las ciudades en carreteras urbanas, le hemos
ofrendado las plazas, los parques y muchos otros espacios, convirtiéndolos en lugares para estacionar. Hemos ensanchado calles a costa de sus veredas y hasta de viviendas.Los vehículos necesitan cada vez mas y mas espacio, y se lo damos.
Quemar 1 litro de combustible supone emitir 2,4 Kg. de CO2. Así, cada persona que utiliza el coche para sus desplazamientos al trabajo (con un recorrido medio aproximado de 15 Km.) emite unas 2 toneladas de CO2 al año sólo por esta razón.
Mejorar la eficiencia de los nuevos automóviles, reducir sus valores de consumo y sus emisiones, incentivar el uso de vehículos que utilicen energías limpias, son sin dudas medidas
positivas para reducir las emisiones de CO2 y, de paso, también la contaminación de las ciudades.Pero lejos están de ser suficientes.
Una ciudad moderna, debe reducir drásticamente el espacio asignado al automóvil.
El principal emisor de gases nocivos en las ciudades es el coche.
Que podemos hacer, entonces!?
Bueno... usar otros medios de transporte menos contaminantes, como el transporte público o los medios de desplazamiento no motorizados es una opción.
Mas allá de exigir a nuestros gobernantes una seria planificación para la readaptación de las ciudades nosotros mismos debemos reveer y cambiar nuestros hábitos, entre los cuales está reemplazar el automóvil por medios de movilidad menos contaminantes.
Eso debe ser una prioridad.
Te paso un dato:
En Bogotá más de 350.000 personas se movilizan en bicicleta a diario. El 40% de la población de Amsterdam también viaja en bici, lo mismo que el 40% de la población de toda Dinamarca.
