Así sintieron y así gritaron todos los que participaron en la Batalla de La Vuelta de Obligado.
Ese día, Argentina enfrento a las flotas mas poderosas del mundo, por aquel entonces. Fue como si ahora le declaráramos la guerra a Estados Unidos y la Unión Europea.
No nos achicamos, no retrocedimos. Resistimos y defendimos nuestro lugar. Eso encendió el espíritu AMERICANISTA en toda Latinoamérica.
Fue una demostración de valor, ingenio y brillante estrategia.
Ingenio Criollo, Viveza Argentina: Tres lineas de cadenas sostenidas por barquitos para dificultar el paso de la flota anglo-francesa y la fiereza de nuestros soldados y civiles en las riberas.
Las bajas de nuestro lado fueron muchísimas.
A pesar de la feroz resistencia, ellos lograron romper las cadenas y pasar. Se podría decir que perdimos? NO! La batalla continuo en cada puerto y ciudad que arribaban. Fueron rechazados y repudiados. Lo que convirtió su misión - mas comercial que militar - en un absoluto fracaso y una muy amarga victoria.
¡VAMOS ARGENTINA!
En marzo de 1849, Rosas contestó una carta al Libertador en los siguientes términos:
"Nada he tenido más a pecho en este grave y delicado asunto de la intervención, que salvar el honor y dignidad de las repúblicas del Plata, y cuando más fuertes eran los enemigos que se presentaban a combatirlas, mayor ha sido mi decisión y constancia para preservar ilesos aquellos queridos ídolos de todo americano. Usted nos ha dejado el ejemplo de lo que vale esa decisión y no he hecho más que imitarlo.
Todos mis esfuerzos siempre serán dirigidos a sellar las diferencias existentes con los poderes interventores de un modo tal que, nuestra honra y la independencia de estos países, como de la América toda, queden enteramente salvos e incólumes."
(Juan Manuel de Rosas).